Un espacio para estar con lo que hay

Una invitación a habitar el momento presente con amabilidad

9 de abril de 2025

Lectura del artículo:

Vivimos en un mundo que nos empuja constantemente a cambiar, mejorar, avanzar.
Pero ¿qué pasa con simplemente estar?

No siempre es fácil.
Estar con lo que hay —especialmente si lo que hay es dolor, incertidumbre, cansancio o incomodidad— puede parecer lo más difícil del mundo.
Sin embargo, es justo ahí donde empieza el verdadero cambio.

Estar presentes… sin tener que arreglarlo todo

A veces confundimos mindfulness con evasión o relajación.
Pero no se trata de dejar de sentir, ni de convertirnos en personas zen impermeables a la vida.
La práctica consiste en cultivar un espacio interior en el que podamos estar presentes con lo que hay… tal y como es.

No para juzgarlo.
No para cambiarlo enseguida.
Sino para reconocerlo, acogerlo, respirarlo.
Ese es el primer paso para que algo se transforme.

El MBSR: un entrenamiento para habitar ese espacio

Durante las 8 semanas del programa MBSR, entrenamos una capacidad que ya está en nosotros, aunque muchas veces dormida: la de parar, observar y relacionarnos de otra manera con lo que sentimos.

Y lo hacemos con el cuerpo, la respiración, el movimiento consciente, el silencio y la palabra compartida.

Creamos una especie de “sala interna” donde todo lo que aparece —agradable o no— puede ser mirado sin rechazo.

No para quedarnos ahí atrapados.
Sino para poder responder con más claridad y menos reactividad.

No se trata de cambiar lo que sientes. Se trata de cambiar cómo lo vives.

Esta es una frase que repetimos mucho.
Y no porque suene bonita, sino porque refleja una experiencia muy real para muchas personas que pasan por el programa.

Cuando aprendemos a estar con lo que hay, aunque sea incómodo, difícil o desconocido… dejamos de luchar con nosotros mismos.

Y en ese dejar de luchar, empieza algo nuevo.
Una manera distinta de vivir lo mismo, pero con más conciencia, amabilidad y estabilidad.